Familia ansiosa

Nombre: Estanly De leòn Garcia 

Profesor: Lucrecia Cena

Matrícula: 22-MPSS-5-002

Asingnacion: Familia ansiosa 

Basado en la teoría estructural de Salvador Minuchin, según José Navarro

Introducción

La familia ansiosa se caracteriza por vivir en un estado constante de preocupación, tensión y miedo al cambio. Según Salvador Minuchin —explicado por José Navarro— este tipo de familia presenta fronteras poco claras entre los miembros, lo que provoca una comunicación cargada de temores y sobreprotección. En lugar de fomentar seguridad, los padres transmiten su ansiedad a los hijos, generando un clima emocional donde predomina la inseguridad y la necesidad de control.

Análisis breve

Dentro de la familia ansiosa, los padres tienden a anticiparse a los problemas antes de que ocurran, impidiendo que los hijos enfrenten situaciones normales de la vida. Esa constante preocupación, aunque nace del deseo de cuidar, termina limitando el desarrollo emocional y la independencia de los hijos.

Los niños y adolescentes que crecen en este ambiente suelen mostrar temor a equivocarse, baja autoestima y dificultad para tomar decisiones. La familia se vuelve un sistema cerrado, donde el amor se confunde con el control y la calma se vuelve difícil de alcanzar. En otras palabras, la ansiedad se convierte en el lenguaje cotidiano que une a los miembros, pero también los mantiene atrapados.

Intervención desde la Psicología Educativa

Como psicólogos educativos, nuestro objetivo principal es ayudar a reducir esa ansiedad familiar y restablecer una dinámica más sana. Algunas estrategias efectivas son:

• Psicoeducar a la familia: explicar cómo la ansiedad se transmite y cómo puede afectar el rendimiento y la conducta de los hijos.

• Fomentar la autonomía: motivar a los padres a permitir que los hijos enfrenten pequeñas responsabilidades y aprendan del error.

• Fortalecer la comunicación emocional: enseñar a expresar preocupaciones sin exagerar ni culpar, creando un ambiente más empático y seguro.

• Trabajo conjunto con la escuela: coordinar estrategias que den estabilidad y refuercen la confianza del estudiante en su entorno educativo.

Conclusión

La familia ansiosa no es una familia “enferma”, sino un sistema que necesita aprender a confiar. El papel del psicólogo educativo es acompañar ese proceso, ayudando a cada miembro a manejar sus emociones y a construir relaciones más equilibradas. Cuando la familia entiende que controlar todo no evita los problemas, sino que aumenta la tensión, comienza el verdadero cambio: aprender a vivir con serenidad, comunicación y confianza mutua.

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